A la hora de adquirir una vivienda, es muy común que los compradores pidan una hipoteca. Solo unos pocos privilegiados tienen una casa pagada por completo. Para poder escoger bien qué tipo de acuerdo estamos haciendo para pagar nuestra vivienda, te explicamos desde cero las diferencias entre una hipoteca tipo fijo y variable, y las ventajas y desventajas hay entre las mismas.
¿Qué es una hipoteca tipo fijo y variable?
Vayamos paso a paso, la hipoteca es un préstamo que realiza un banco para agilizar el pago de una vivienda. El banco adelanta el dinero y pone un precio al hipotecado por hacer uso de ese servicio de dinero rápido, este precio que pone, es al que llamamos interés.
El interés de la hipoteca depende de muchos factores, pero en función de lo precavidos u organizados que seamos, podemos escoger una hipoteca de interés fijo o variable. Te contamos las principales diferencias.
Hipoteca de interés fijo
Este préstamo lo realiza un banco, que calcula un interés para el hipotecado. El precio que pone el banco por realizar el préstamo, el interés; depende del Euribor en el preciso momento de la concesión de la hipoteca. Es decir, entre las variables que determinan lo que el hipotecado debe pagar al banco, sobre el precio de la vivienda, está el Euribor en el preciso momento de la compra de la vivienda. Este interés no varía, y normalmente los bancos suelen presentar una serie de posibles escenarios al cliente, en los que le muestran como sería su hipoteca si surgieran unos u otros sucesos.
El hipotecado conoce el precio a pagar y sabe de qué manera evolucionará su hipoteca, este tipo de préstamo no deja lugar a la suerte, pero tampoco a los inconvenientes e imprevistos.
Hipoteca de interés variable
En este caso hablamos también de un préstamo realizado por el banco, cuyo precio a pagar por este adelanto de dinero, es variable en función de diversos factores. El Euribor es uno de los más influyentes, y en cada revisión realizada aproximadamente en intervalos de 6 meses, el interés puede cambiar. En ocasiones el interés puede aumentar con el paso de los años, pero también puede salir ganando el hipotecado porque disminuya el precio impuesto por el banco.
Diferencias entre una hipoteca tipo fijo y variable
Teniendo claros estos conceptos, vamos a ver las ventajas y desventajas de cada una de las hipotecas, pues la información es esencial para saber que nos conviene en función de nuestras previsiones:
- Las hipotecas fijas tienen la característica de estabilidad y seguridad ya que permiten saber el pago a realizar desde el primer momento. Frente a las hipotecas variables que no muestran de forma exacta el precio del préstamo hipotecario y puede subir o bajar en función del Euríbor en las revisiones del contrato.
- Las hipotecas fijas suelen tener una cuota más elevada y un plazo de amortización más breve, por lo que puede ser una cuota a pagar más cara que en una hipoteca de tipo variable.
- La seguridad se paga, por lo que en las hipotecas de interés fijo las cuotas de apertura son más elevadas que las variables, esto puede llegar a ser una diferencia significativa a la hora de escoger una u otra hipoteca.
- Variabilidad de los intereses: En el caso de las hipotecas variables, los intereses se calculan en base a dos factores:
- Diferencial: Este factor depende de cada cliente y es fijo a lo largo del contrato, se calcula en función de la solvencia del hipotecado o el riesgo del préstamo en particular.
- Índice de referencia: El más utilizado es el euríbor, que tiene una variación diaria. Dependiendo del valor que tenga en el momento de la revisión del contrato se aplica un tipo de interés otro para los meses siguientes.
Y con todo esto sobre la mesa, ya puedes saber qué hipoteca va más contigo. Aunque nunca está de más echar mano de los profesionales, dejarse asesorar y contratar un servicio completo. Una casa es algo que nos acompañará toda la vida, y es importante saber todas las cosas que pueden pasar y como nos puede influir esto en el precio a pagar.
